No es un nuevo estilo de spinning. No. Y tampoco es que vuelva a reunirse el grupo de Phil Collins. Es un tipo de tormenta explosiva que nos visitó el fin de semana pasado, y que se convirtió en el tema de moda en todos los telediarios, periódicos, ascensores, etc. Ya me imagino en una reunión a todos los Mario Picazos españoles descacharrados de la risa por el éxito del término que se inventaron. Porque lo he buscado en la RAE, y no aparece. Lo más "científico" es esta definición de la wikipedia.
Eso sí, sea con el nombre que sea, existir existe. Pude comprobarlo porque me pilló en la calle, en un día aparentemente bueno, y de golpe y porrazo, empezaron a caer mares y océanos del cielo. Vamos, que si lo de Noé llega a ser tan instantáneo, y no le da tiempo ni de agarrarse a un tablón.
Llovió tanto que por un momento creí que la ciudad iba a quedar como la del video de Radiohead que podéis ver abajo, de su tema Pyramid Song. Una poética secuencia de imágenes en la que un hombre, probablemente el último superviviente de una gran inundación, decide emplear la botella de oxígeno que le queda para sumergirse y volver a su casa, a su sofá, y allí descansar para siempre.
Menos mal que, como toda buena explosión, no duró demasiado, y así podemos disfrutar en nuestro sofá de videoclips como éste, y sin agua alrededor.
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