Smart-phones, silly-people

Están por todos partes. Todos conocemos a varios así. Tu hermano, tu prima, tu compañero de trabajo. Yo mismo lo soy. No se separan de una cosa. No saben vivir sin él. Sin su móvil. Su tesoooooooro.

Parece que lo tienes pegado. Lo de 3G debe ser por la unidad de medida gravitatoria, por la atracción que ejerce tu mano hacia el móvil. Así que ahora con 4G imagínate… (Gravedad, Newton, manzana… Mmmm, todo encaja).

Un momento cualquiera del día: Voy a escribir un wasap, voy a leer qué pasa por el mundo, voy a hacer una foto y la instagrameo, voy a mirar mi correo, voy a cotillear el Face, voy a ver si mi equipo ha fichado a alguien, voy a hacer filas de caramelos, voy a tuitear que hace buen día, voy al wasap que ya me habrán respondido… Y vuelta a empezar, como una noria digital sin fin.

Esas reuniones de amigos o familiares, en la que uno saca el móvil, eso le recuerda al de al lado mirar al suyo, luego otro hace lo mismo, y otro y otro, en una reacción en cadena en la que caen todos, hasta que alguien llega y hace el mismo chiste siempre: “¿Estáis chateando entre vosotros?”

Después vienen las quejas, de que vaya mierda de batería cuando sólo lo he usado unas 20 horas sin parar… Igual la solución está en Matrix, porque si se supone que los seres humanos somos fuentes de energía, ¡que saquen ya un accesorio para enchufárselo en vena!

Y encima, como digo en el título, nos están volviendo tontos perdidos: nos están dejando sin memoria (¿de qué año es esa película? IMDB), sin oído (esta canción era… SHAZAM), sin sentido de orientación (voy a por el pan, MAPS), sin capacidad de cálculo (¿2+2? CALCULADORA), sin mirar siquiera al cielo (¿eso que me ha caído es una gota? ACCUWEATHER), etc etc etc. Llegaremos al punto de que para reconocer a alguien cuando nos lo encontremos sin tener que levantar la vista, tendrá que llevar un código QR en los zapatos…

Sí, es grave doctor. Nos estamos perdiendo mucho de lo que pasa a nuestro alrededor (aunque a quien vamos a engañar, luego miras a tu alrededor y psssse, tampoco es para tanto jeje).

Una célebre adicta es Katy Perry, que para presentar su último tema ya hasta pasa de salir cantando, y nos cuenta su rugido directamente por wasap, aderezando la letra con los famosos y simpáticos iconitos. Como resultado, este fresco y original video que tenéis que ver con la mirada del tigre. Ah, por si había interesados, lo siento pero no aparece su número.

¡Ayyyyy, qué difícil es dejar una adicción! Yo pruebo a veces pero, al poco tiempo siento mi mano taaaaan vacía… Aun así, seguiré intentándolo. APALABRADO.

BenMan

Seguimos hablando de cine (a este paso crearé el sub-blog “Pupilitas de Maíz”), pero es que es tal el revuelo montado por la elección del nuevo actor que hará de Batman, que no podía dejarlo pasar. Si, ya lo sabéis, es Ben Affleck.

Esta elección ha provocado una gran AFLICCIÓN en la red (toma chistaco), con multitud de bromas y hasta insultos, aunque a mí la verdad me parece todo ARGO exagerado (estoy que no paro), por 3 razones: 1. Hablamos de Batman, no de Hamlet. 2. Antes ya se habían enfundado el traje actorazos como Michael Keaton y, oh sí, Val Kilmer. Y 3. ¡Él no tiene toda la culpa de lo malísima que era Daredevil!

En principio habrá que esperar hasta 2015 para ver si el bueno de Ben da la talla (de mandíbula ya sabemos que sí), en una película en la que Batman compartirá cartel con otro mítico: Superman. Y es que estamos en una época en la que no sólo se hacen pelis de superhéroes como churros (la mejor prueba es que van a hacer una del Hombre Hormiga…), sino que cuantos más aparezcan juntos en la misma, ¡mejor!

Precisamente una parodia de Batman, aunque de su serie de los años 60 famosa por sus onomatopeyas (¡PUNCH! ¡OUCH!) y por su canción de inicio (nananananananananana… Batmaaaaaaan) es nuestro primer videoclip: Eminem y su “Without me”, totalmente without vergüenza.

Otro de Vetusta Morla (que tengo un poco olvidados a los grupos españoles) para su tema “Lo que te hace grande”, y que es algo así como superhéroes a lo familia española de picnic con su tortilla, grabados con filtros modernetes.

Y para terminar una frikada divertida que me he encontrado youtubeando, y que reinvidica... pues lo que dice su título: “Superheroes can´t be gay”. Inclasificable.

Me despido amigos, estaré vigilando. Si una noche necesitáis ayuda o a alguien que os rescate, poned una señal en el cielo y “si tú me dices Ben”…

Unos robots nada pacíficos

El otro día me desperté con esa clásica sensación de “Me apetece ver a un robot gigante arrearle a un monstruo con un petrolero” (seguro que os ha pasado). Así que me fui al cine a ver Pacific Rim, de Guillermo del Toro. Y aunque la película me defraudó un poco, al menos me dio para escribir un post.

La historia une dos de las obsesiones más japonesas, pero dándoles un tratamiento más actual. Por un lado los bichos gigantes (kaijus), obsesión cortesía de los americanos y sus dos regalitos atómicos (curioso que el jaeger protagonista sea yanki y movido por energía nuclear). Y por el otro lado, los mechas o robots gigantes controlados por humanos, muy también de los mangas y animes del país del sol naciente, sobresaliendo uno de esos que marcó mi infancia: Mazinger Z y sus ¡puños fuera!

Siempre ha sido un concepto muy curioso el de los robots. Son como una extensión de ti mismo, más grandes y fuertes, hacen lo que tú no puedes hacer, y si de paso les atacan y les dan una paliza… ¡pues no te la llevas tú!

A todos nos gustaría tener uno. Pero claro, tienes que controlarlo, al principio bien pero con el tiempo te va dando pereza, le pones algo de inteligencia para que haga las cosas solo y no incordie, luego un poco más, le das órdenes cada vez más duras… hasta que se hartan, convocan un referéndum de independencia, deciden pasar de las 3 leyes de la robótica, y se rebelan contra ti. Véanse películas como Terminator, Blade Runner, Yo Robot, o series como Battlestar Galactica.

Que sí, que todo esto es ficción, pero cada vez menos. Porque me encanta como, a pesar de toooodas las advertencias, la humanidad orgullosa de sus avances (robots domésticos, drones de guerra autónomos, Google y sus algoritmos y arañas espías…) se dirige rápida, sin cinturón y sin frenos hacia ese muro/realidad de guerra contra las máquinas. Un caso más de eso tan nuestro de “Anda ya, eso no nos va a pasar a nosotros, está controlado…” Hasta que ¡Zas! ¡Hola Matrix! ¡Qué pasa Neo! Deja de comer Morfeeeeeo…

De momento, volvamos a los robots majos y simpáticos que nos ayudan contra bichos malos y asquerosos, y para ello os dejo un clásico básico, un video que homenajea a esas películas japonesas de serie z de los años 60 y 70 y que está presente en muchas de las recopilaciones de mejores videoclips de siempre. Sí, hablamos de “Intergalactic” de los Beastie Boys. Esto sí que es un robot dance…

Y como nota de humor final, aquí tenéis este otro video de esa pequeña gran serie llamada Flight of the Conchords (comedia de culto para todo amante de los videoclips, así que si no la habéis visto ya tardáis), en la que los dos protagonistas forman un grupo musical bastante patético a la par que entrañable, dejando en cada capítulo un video para el recuerdo, tocando casi todos los estilos. Como éste de robots que comparte mis peores presagios sobre el futuro: “The humans are dead”. Grande el solo binario final.

Y ya sabéis: Sed humanos, vivid imperfectamente y no os fustiguéis por vuestros errores. Que no somos robots… ¡ni monstruos!