martes, 20 de agosto de 2013

Unos robots nada pacíficos

El otro día me desperté con esa clásica sensación de “Me apetece ver a un robot gigante arrearle a un monstruo con un petrolero” (seguro que os ha pasado). Así que me fui al cine a ver Pacific Rim, de Guillermo del Toro. Y aunque la película me defraudó un poco, al menos me dio para escribir un post.

La historia une dos de las obsesiones más japonesas, pero dándoles un tratamiento más actual. Por un lado los bichos gigantes (kaijus), obsesión cortesía de los americanos y sus dos regalitos atómicos (curioso que el jaeger protagonista sea yanki y movido por energía nuclear). Y por el otro lado, los mechas o robots gigantes controlados por humanos, muy también de los mangas y animes del país del sol naciente, sobresaliendo uno de esos que marcó mi infancia: Mazinger Z y sus ¡puños fuera!

Siempre ha sido un concepto muy curioso el de los robots. Son como una extensión de ti mismo, más grandes y fuertes, hacen lo que tú no puedes hacer, y si de paso les atacan y les dan una paliza… ¡pues no te la llevas tú!

A todos nos gustaría tener uno. Pero claro, tienes que controlarlo, al principio bien pero con el tiempo te va dando pereza, le pones algo de inteligencia para que haga las cosas solo y no incordie, luego un poco más, le das órdenes cada vez más duras… hasta que se hartan, convocan un referéndum de independencia, deciden pasar de las 3 leyes de la robótica, y se rebelan contra ti. Véanse películas como Terminator, Blade Runner, Yo Robot, o series como Battlestar Galactica.

Que sí, que todo esto es ficción, pero cada vez menos. Porque me encanta como, a pesar de toooodas las advertencias, la humanidad orgullosa de sus avances (robots domésticos, drones de guerra autónomos, Google y sus algoritmos y arañas espías…) se dirige rápida, sin cinturón y sin frenos hacia ese muro/realidad de guerra contra las máquinas. Un caso más de eso tan nuestro de “Anda ya, eso no nos va a pasar a nosotros, está controlado…” Hasta que ¡Zas! ¡Hola Matrix! ¡Qué pasa Neo! Deja de comer Morfeeeeeo

De momento, volvamos a los robots majos y simpáticos que nos ayudan contra bichos malos y asquerosos, y para ello os dejo un clásico básico, un video que homenajea a esas películas japonesas de serie z de los años 60 y 70 y que está presente en muchas de las recopilaciones de mejores videoclips de siempre. Sí, hablamos de “Intergalactic” de los Beastie Boys. Esto sí que es un robot dance…




Y como nota de humor final, aquí tenéis este otro video de esa pequeña gran serie llamada Flight of the Conchords (comedia de culto para todo amante de los videoclips, así que si no la habéis visto ya tardáis), en la que los dos protagonistas forman un grupo musical bastante patético a la par que entrañable, dejando en cada capítulo un video para el recuerdo, tocando casi todos los estilos. Como éste de robots que comparte mis peores presagios sobre el futuro: “The humans are dead”. Grande el solo binario final.


Y ya sabéis: Sed humanos, vivid imperfectamente y no os fustiguéis por vuestros errores. Que no somos robots… ¡ni monstruos!

2 comentarios:

  1. Bueno, algunos humanos sí que son un poco robóticos,y otros se puede decir que son unos monstruos, en los dos sentidos, tanto por perversos como por extraordinarios, me quedo con los últimos :)
    Aprovecho para felicitarte por tu blog y decirte q ya era hora de tener pupila nueva! Tus fans "llevan un messsss esperaaaandooooo"(tono turrón)

    Queremos más pupilas! Queremos más pupilas!

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    1. Totalmente de acuerdo en tu reflexión de los monstruos, mejor quedarse con los últimos, que no se encuentran con facilidad en la vida.

      Muchas gracias por las felicitaciones! No sabía ni que tenía fans... Y paciencia que, siguiendo con los turrones, las pupilas vuelveeen a casa vueeelven, antes de navidad! ;)

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