Y es que los SMS, grandes causantes de broncas, celos y rupturas de relaciones, ahora pueden acabar con una moción de censura contra el presidente. Él mientras, sin dar mucho la cara, dice que no son nada y que no prueban la aceptación de los sobres. Aprovecho para dejar una pregunta: ¿Por qué no inventarán unos mensajes que se borren solos tras leerlos, a lo Misión Imposible? “Este mensaje marronero se autodestruirá en 3, 2, 1…” ¿O ya existen y no me he enterado?
Ah, la atracción tentadora de la clandestinidad… Esa emoción por ver en tu pantalla “Mensaje nuevo de Barci Movil”, ese ocultar la cara de tontito al leerlo para que no te vea Soraya, ese responder debajo de la mesa del congreso, ese volver a leerlos todos antes de dormir jugando con los pelitos de tu barba… ¡Ainssss! Pero claro, antes de iniciar la relación, debiste tener algo muy importante en cuenta: la otra persona debe ser de total confianza, o le faltará tiempo para difundirlo como en las webs ésas de exnovios cabreados. Y aquí no es ya que tu mujer o Soraya se enfaden, es que lo publica El Mundo y son decenas de miles los enfurecidos. ¡Que eres el presidente! Y quién te dice que lo próximo no será la filtración de fotos que comprometan a tus compañeros, como una de Cospedal entrando en un hospital público, otra de Wert leyendo la biografía en catalán de Carod Rovira, o una de Montoro desnudo tapándose sus partes con un sobre (mmmmh, qué imagen mental…).
Rajoy ha conseguido, eso sí, volver a poner en boga los SMS, que desde la llegada del WhatsApp estaban un poco de capa caída, quedando relegados a publicidad, promociones, confirmaciones de registro y similares. ¡Ahora a levantar la economía!
Para ilustrar la noticia comencé una minuciosa, laboriosa y tediosa búsqueda de videoclips en los que móviles y/o mensajes fueran protagonistas (Google, “videoclips móviles mensajes protagonistas”, buscar), pero al final pensé que también viene a cuento y es más divertido poner una ¿canción? de SMS (Sin Miedo a Soñar), un ¿grupo? compuesto por ¿actores? de la serie del mismo nombre, una de éstas de treintañeros en el insti y que se pasaban medio capítulo cambiándose en el vestuario para enseñar carnaza. Además sale Amaia Salamanca, mejor imagen que la de Montoro, que por entonces empezaba y ahora está de moda por Gran Hotel y por una campaña de tampones cuanto menos cuanto menos…mala. Dato curiosísimo: la canción se llama “No te enfades”, y luego durante la canción… ¡ni se menciona esa frase ni parece que nadie esté enfadado! Igual es un aviso al espectador por lo que está a punto de escuchar…
En fin, Mariano, que si quieres que el pueblo no se enfade más aún, acude al congreso con tu grupo “Sin Miedo a los Sobres”, y canta toda la verdad con pelosh y shenalesh. O como te diría Amaia, ¡MÓJATE!
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