Hace 27 años el cielo se estremeció. Un objeto brillante atravesó la atmósfera y se estrelló en la tierra, sin que ningún radar o telescopio lo captara. Cayó en una pequeña isla del mediterráneo, cerca de un pueblo llamado Manacor. Una pareja lo vio y acudió a ver qué era. Resultó ser una nave, con un niño dentro. Junto a él había dos cosas: una cinta para el pelo con una R, y una raqueta. ¿Era un extraterrestre? ¿Era un dios? No, era Rafa Nadal.
Foto: lavanguardia.es
Impresionante, vaya exhibición dio anoche ganándole la final del US Open a Novak Djokovic, y vaya 2013 lleva, y eso que decían que había muerto… Sigue siendo un portento de energía (en casa los electrodomésticos los conectan a él), sigue sin dar ni una bola por perdida (debe destrozar las máquinas de pinball cuando pierde) y sigue teniendo la izquierda más demoledora (ni uniéndose Lenin, Marx y Julio Anguita). Seguro que si se presenta él solo para organizar las olimpiadas de “Rafa Nadal 2024”, se las dan…
Y eso que yo reconozco que técnicamente me gusta más el serbio, y me hacen gracia sus imitaciones y bailes, más que nada porque el mundo de los deportistas es taaaaaan soso y lleno de “bueno sí, no, fue un partido muy duro” o “no hay rivales pequeños”, que un oasis de frescura de vez en cuando se agradece.
Pero la garra, el tesón y lo majete que es Rafa, puede con todo, así que antes de que me lluevan los cojinazos, por supuesto quería que ganara, y este post es para él (lo siento Nole).
¡Si es hasta buen actor! Bueno vale ahí quizá no tanto… Pero mantiene el tipo perfectamente en el videoclip de "Gipsy", de Shakira, donde luce palmito para sofoco de sus seguidores y seguidoras (conozco a alguna que ya estará resoplando…), y comparte miraditas y caricias con la cantante colombiana de esas que derriten (¡no lo veas Gerard!).
Sigue así Rafa, sigue siendo un ejemplo, y sigue dándonos alegrías en estos tiempos oscuros. ¡Vamos!
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