martes, 7 de mayo de 2013

Jubilando los prejuicios

La tercera edad vuelve a estar en primera plana. Don Alfredo Di Stéfano, veterano jugador de fútbol, se ha casado con una mujer… ¡50 años más joven! Sin duda su mejor jugada. De hecho se rumorea que además de en el Real Madrid, también le harán presidente de honor en Pfizer…
Entra en el selecto club donde se encuentran celebrities como Hugh Hefner, los difuntos Papuchi Iglesias y Rafael Alberti, y seguro que muchos anónimos que tendrán artritis, las caderas fatal y ya no estarán ni para actos tan cotidianos como poner la mesa, ducharse solos o regar una planta… Pero que tienen un corazón eternamente joven.
Muchos le dicen “Pero qué hacés, boludo!”. Otros, sobre todo sus descendientes temiendo por la herencia, que a ella sólo le interesa su cartera. Pero mientras que muchos de sus compañeros de generación se pasan el día soñando con una máquina del tiempo que les lleve a sus 35 años, Alfredo les regatea a todos y se sigue comportando como si tuviera 15. Y yo que le felicito por ello. ¿Qué más da que todos te digan que algo está mal o es una locura? Si esa persona te hace sentir ese magnetismo, ¡al ataque!
Para homenajearle, os dejo este tierno video de Sigur Rós y su tema Hoppipolla (canción que me encanta), en el que una panda de abueletes peterpanescos se dedican a hacer gamberradas en un pueblo, en una celebración de ese espíritu jovial que no se debería perder nunca. ¡A vivir que son muchos días!

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